"Si deseamos planificar de manera eficiente el mejoramiento de nuestro país y su sociedad las políticas para el desarrollo de la sociedad de la información deberán estar enfocadas en las personas" indicó Abeliansky; ya que "tendrán que concebirse en función de nuestras necesidades, dentro de un marco de derechos humanos y justicia social."
Abeliansky explica que "tanto las agencias gubernamentales así como la ciudadanía en su conjunto deberán tener un rol clave en la orientación de dicho proceso y sobre las decisiones."
En
este nuevo contexto, las Tecnologías de la Información
y las Comunicaciones son la base de un nuevo tipo de relaciones: las
relaciones de red. Dichas relaciones, en gran parte están sustentadas en Internet, lo que vuelve viable que tiendan a desenvolverse de manera tal que hacen
posibles innumerables convergencias, no sólo entre diversos medios
de información y comunicación sino entre múltiples y
diferentes actividades que hasta hoy se hallaban separadas por la
división y organización del trabajo heredadas de la sociedad
industrial.
Internet asoma como un entramado de redes combinando oportunidades de negocio,
servicios de información, correo electrónico, medios de
entretención, modos de enseñanza aprendizaje con nuevas formas de
contacto entre las empresas.
La principal hipótesis de mayor generalidad formulada por Manuel Castells
(1997) postula que las redes “constituyen la nueva morfología
social de nuestras sociedades, y que la difusión de la lógica de
redes modifica sustancialmente la operación y resultados de los
procesos de producción, experiencia, poder y cultura”.
Las
vinculaciones mediante la red han transformado social y tecnológicamente la circulación de los flujos de
información y conocimiento. Esto es porque la producción de
conocimientos en red y las interconexiones aisladas de parámetros de tiempo y espacio mejoran significativamente la competitividad de los países; por lo que es factible esperarse que la globalización, la interconectividad, la
movilidad y la multiplicación de los flujos de ideas, información,
conocimientos, datos, experiencias, personas, productos, servicios empujen también hacia una completa reorganización de las
actividades más avanzadas de conocimiento, donde sea que ellas se
localicen.
Abeliansky remarca que "es imperativo rediseñar las estructuras para potenciar las ventajas de
trabajar en red mediante el desarrollo de relaciones
flexibles y multidireccionales, de alta velocidad y
alcance global; con una creciente intervención y control por parte
de quienes participan en dichas actividades, lo cual nos dará una ventaja competitiva enorme en el corazón del
Mercosur y como sociedad inmersa en un contexto de la economía del
conocimiento."
"Precisamos comprender que los procesos de conformación de la sociedad del conocimiento no son iguales para las economías con diferentes grados de desarrollo", expuso Abeliansky. En los terminos que plantea Reinert (1996), "las diferencias existentes entre las ciudades en sus niveles de desarrollo económico y social están directamente relacionadas con sus diferencias en materia de desarrollo tecnológico. "
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