Abeliansky sostuvo que, en el inicio de la segunda década del siglo XXI "las Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs) forman parte de la vida cotidiana de la mayoría de los habitantes de las ciudades hace varios lustros y ya nadie duda que las TICs son herramientas beneficiosas y claves para promover el desarrollo económico y social de los países". Ha sido comprobado ya en varias capitales alrededor del mundo que las herramientas informáticas y las telecomunicaciones modernizan la administración pública y empresarial.
"Las
TICs se han vuelto inalámbricas y los índices de penetración de
servicios de telecomunicaciones móviles para América Latina son
superiores, en promedio, al 100%" expuso Abeliansky. Hay que
tener en cuenta que esta cifra no significa que todos los habitantes
disponen de una línea móvil, sin embargo, los números
revelan que la mayoría de las personas tienen un teléfono celular.
La telefonía móvil ha expandido los servicios de voz sea una
realidad y se perfila como el principal medio de acceso a
Internet, como sucede en Chile, donde al tercer trimestre de 2012 las
líneas de banda ancha móvil superaron con creces a las fijas.
La
información pública es la esencia de las ciudades digitales ya que
por medio de ella se estimula la transparencia en la gestión
pública. Cabe aclarar que es necesario debatir una ley nacional de
acceso a la información pública donde estén consideradas las
ciudades digitales. Durante los últimos tiempos, cobró
importancia del concepto de Open Data (datos abiertos, en español).
La premisa básica que implica este concepto es la apertura de los
datos de gobierno. Básicamente es información dura que requiere de
un tratamiento para que pueda ser utilizada en la generación de
nuevos servicios, aplicaciones y conocimiento.
Tecnología,
conectividad y apropiación de TICS
"Cuando
hacemos mención a la apropiación de las TICs nos referimos a la
utilización que la comunidad hace de las mismas, con sus capacidades
y habilidades" afirmó Abeliansky y agregó que "también
deben existir facilidades para que los bienes y servicios
tecnológicos sean asequibles para la mayor parte de la
población, al igual que los servicios de telecomunicaciones,
principalmente acceso a Internet de calidad."
Actualmente
se da por sobreentendido que una ciudad digital requiere de
conectividad, pero para un funcionamiento y beneficio máximo de la
misma se requiere del aporte de los ciudadanos y del sector privado.
Las Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) juegan un rol
importante en el desempeño de una ciudad digital como
promotoras de los distintos usos de las TICs y como demandantes de
información pública. Durante décadas los gobiernos se ganaron la
desconfianza de la población, cuya participación se circunscribía
al pago de impuestos y reclamos por los servicios recibidos. Las TICs
ofrecen la posibilidad de una participación real de la gente por lo
que hay una tendencia a la baja en el nivel de desconfianza.
"Debe
haber colaboración de la ciudadanía en la coproducción de
documentos de políticas públicas, en temas como transporte y
ambiente verde, entre otros" sostuvo Abeliansky, y dejó en
claro que "debe existir un compromiso político real por
parte de las autoridades para generar un círculo virtuoso. La
sociedad civil tiene que estar involucrada de manera cierta, no
únicamente en caso de elecciones para autoridades."
La
ciudad digital es el marco indispensable para la concreción de un
gobierno abierto. Este tipo de iniciativas buscan promover un Estado
transparente y participativo donde gobierno y ciudadanos colaboran,
por medio de las TICs, en el desarrollo colectivo de soluciones a los
problemas de interés público, a través de la implementación de
plataformas de gestión de información e interacción social.
El
uso de TICs para involucrarse en la mejora de vida cotidiana y las
políticas públicas por parte de los ciudadanos no pareciera ser el
óptimo, según se desprende de las visiones de diversas ONG y sitios
de Internet abocados a trabajar en la progreso de un entorno de
ciudad digital y gobierno abierto. Es un desafío de la sociedad
generar ecosistemas que se basen en plataformas TICs para que la
promesa de las ciudades digitales y, fundamentalmente, la
transparencia en la gestión de gobierno se transforme en una
realidad tangible.